Seguro que muchas personas piensan que lograr un vientre plano y una cintura bien definida es un capricho de cara al verano, para lucir un mejor cuerpo con el bikini. Pero no es así, la abdominoplastia o cirugía del abdomen es una operación con una demanda constante a lo largo de todo el año.
Y es que en la zona abdominal se tiende a acumular la grasa con mayor facilidad que en otras partes del cuerpo. Por ello, pese a estar en un peso correcto o cercano a él, muchas personas presentan depósitos de grasa y/o flacidez en la piel y los tejidos del abdomen a pesar de realizar ejercicio físico y seguir una alimentación adecuada. Las alteraciones hormonales también juegan un papel decisivo en esta tendencia a acumular grasa en la región abdominal.
El perfil de las personas que solicitan esta intervención es principalmente el de mujeres que han tenido uno o más embarazos o que han experimentado una pérdida de peso importante. En ambos casos, la dilatación producida en la piel y la musculatura del abdomen son muy difíciles de combatir y alcanzar un resultado óptimo sin cirugía es complicado.
La abdominoplastia consigue, por un lado, reducir la cantidad de grasa y de piel sobrantes y, por el otro, tensar la musculatura de la pared abdominal obteniendo un vientre plano y firme, un contorno bien definido y una figura más estilizada en su conjunto.
¿Qué es una abdominoplastia?
La abdominoplastia o cirugía del abdomen es una intervención que corresponde realizar siempre a un cirujano plástico en una clínica u hospital dotado de quirófanos. Se realiza bajo anestesia general o epidural y tiene una duración aproximada de entre 2 y 4 horas.
El cirujano realiza una incisión en la zona inferior del abdomen, prácticamente de cadera a cadera, y a través de ella sutura los músculos rectos que estaban distendidos para reafirmar toda la pared abdominal. Extrae el exceso de grasas y tensa la piel hacia la zona del pubis, lo que le ayudará a calcular la proporción de piel sobrante que debe extirpar de acuerdo al nuevo volumen. El ombligo, que se había extraído previamente, se coloca en su nueva ubicación y se suturan las incisiones.
El periodo de recuperación de la abdominoplastia es bastante largo en comparación con otras operaciones de cirugía plástica y requiere de reposo durante los primeros días, así como de cuidar escrupulosamente la cicatriz ya que ésta va a ser permanente y cuánto mejor cicatrice, más desapercibida pasará. No obstante, al estar situada en el vientre bajo se puede ocultar a la perfección con la ropa interior y la parte inferior del bikini.
Abdominoplastia: antes y después
Cuando la intervención está bien indicada los resultados son definitivos para la mayoría de pacientes, siempre que posteriormente se evite ganar peso en exceso o quedarse embarazada. Adoptar una dieta equilibrada y practicar ejercicio físico con regularidad ayudarán a mantener los resultados.
El grado de satisfacción de los pacientes es muy alto ya que les permite recuperar la figura que de otro modo (dietas, deporte...) eran incapaces de conseguir.
¿Qué riegos tiene una abdominoplastia?
Si se siguen cuidadosamente las instrucciones del cirujano tras la operación, los riesgos de una abdominoplastia son mínimos.
Algunas de las complicaciones que podrían aparecer son las infecciones, que se controlan con antibióticos y drenaje; los trombos venosos, cuyo riesgo se minimiza empezando a mover las piernas y a levantarse tan pronto como se pueda después de la intervención; y una mala cicatrización, que puede ser debida al tabaco si se continua fumando durante el postoperatorio.
¿Qué precio tiene una abdominoplastia?
El precio de la abdominoplastia oscila entre los 6.200 y los 7.500 euros, pero si acudes a ClinicPoint puedes llegar a ahorrar hasta un 35%, ya que hemos acordado para ti unos precios muy competitivos sin renunciar a la calidad de los servicios.
Si crees que una abdominoplastia puede solucionar tus problemas estéticos, consulta con nuestros cirujanos plásticos. No dudes en reservar una primera visita a través de ClinicPoint. ¡Te esperamos!