A la transferencia de embriones congelados se llega en la mayoría de los casos porque hubo al menos un primer intento que no ha ido bien. Como en cualquier otra pérdida habrá que pasar un período de duelo que cada uno determinará su duración, entonces cuando se vuelva a estar preparado se podrá empezar el tratamiento. También es posible que tu médico haya decidido que es mejor no intentar una transferencia de embriones frescos o que estés buscando un segundo hijo.
Con independencia del motivo, si vas a vivir esa experiencia hazlo con ilusión y esperanza. Para ayudarte, en este artículo te contamos cómo funciona una transferencia de embriones congelados.
Cómo se congelan los embriones
Empezaremos por decir que los embriones congelados que nos van a transferir pueden proceder o bien de un ciclo de Fecundación in Vitro al que nos hayamos sometido con anterioridad o quizás a una donación de embriones. Para realizar la de congelación de embriones se enfría su temperatura hasta los menos 196ºC empleando nitrógeno líquido, pudiendo mantenerse en dicho estado durante un largo periodo de tiempo. Por supuesto para que este proceso se realice con éxito es imprescindible conservar su funcionalidad. No todos los embriones pueden ser congelados, se eligen únicamente los que tienen posibilidades de salir adelante y se descartan aquellos que presentan alguna clase de deformidad morfológica o están fragmentados. Son congelados en los Bancos de Embriones, con todas las garantías en cuanto a su seguridad.
Para que la descongelación se considere un éxito el embrión debe conservar al menos una célula indemne y su capacidad para continuar dividiéndose. Es entonces cuando todo está listo para que se realice la transferencia.
Preparación de la mujer para la transferencia de embriones congelados
Existen dos métodos para realizar la transferencia de embriones criopreservados, por ciclo natural o espontáneo y por ciclo sustitutivo. Veámoslas en detalle:
- Ciclo natural. En este caso no es necesario tomar ningún medicamento hasta que se produzca la ovulación, se irá controlando el ciclo mediante ecografías para comprobar cómo se comporta el endometrio y la evolución del folículo. Cuando se ha expulsado el óvulo, es decir se ha producido la ovulación, ya se puede fijar una fecha para realizar la transferencia de embriones, que dependerá de los días que estos tengan. Significa que si los embriones fueron congelado con dos o tres días, que es lo más habitual, será el tiempo que pase hasta que se realice la transferencia de embriones congelados. Eso sí, desde el momento que se produce la ovulación se debe empezar a suministrar progesterona por vía vaginal para mantener el endometrio en un estado óptimo.
- Ciclo sustitutivo. En este caso se administran estrógenos mediante inyecciones o parches generalmente del día 1 de la regla al 10 y se realizan controles ecográficos para constatar la buena evolución del endometrio, que debe tener un engrosamiento de entre 8 y 10 milímetros en el momento de la transferencia de los embriones congelados, y ser trilaminar. Unas 36 horas antes de la transferencia hay que empezar también con la progesterona por vía vaginal y ya estará el útero preparado para recibir a los embriones.
Como vemos, tanto en un caso como en otro, es un proceso mucho más sencillo que el que tuviste que pasar cuando se efectuó la estimulación ovárica. La transferencia es idéntica a la que se produce con embriones frescos, con una cánula flexible y controlando lo que sucede mediante una ecografía abdominal.
Éxito de la transferencia de embriones congelados
El éxito del proceso en realidad depende mucho más de otros factores, como la edad o el tipo de esterilidad que se padece, que de la técnica empleada, que por otro lado será la más conveniente para tu caso. Lo importante en estos tratamientos es confiar en los profesionales que los llevan a cabo, seguir al pie de la letra todas sus instrucciones y mantener una actitud positiva.
Las técnicas de reproducción asistida han evolucionado muchísimo en los últimos años, ayudando a infinidad de personas a cumplir el sueño de tener un hijo. Seguro que tú eres el siguiente que lo logra.